Invocar a la suerte
en la poesía es algo semejante
a no decir nada
y esperar a que unos aplausos alcancen
hasta allí donde
se pone punto final
a un desenlace
que solo el poeta conoce,
pues solo el conoce
lo que pasa por su mente.
en la poesía es algo semejante
a no decir nada
y esperar a que unos aplausos alcancen
hasta allí donde
se pone punto final
a un desenlace
que solo el poeta conoce,
pues solo el conoce
lo que pasa por su mente.
Si la poesía entretiene bienvenida sea
y si no mala suerte,
solo es cuestión de probar y probar
hasta que se encuentra aquello
que a dulce sabe.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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