Y no retorna el tiempo,
por no tener alas,
no tiene cerebro,
no tiene ojos,
no tiene pecho,
ni manos ni pies,
ni corazón
ni por cierto,
más alma
que la que dan los golpes
secos,
de un sonido extraño
que sale de una caja
que me recuerda
al oráculo de Delfos.
por no tener alas,
no tiene cerebro,
no tiene ojos,
no tiene pecho,
ni manos ni pies,
ni corazón
ni por cierto,
más alma
que la que dan los golpes
secos,
de un sonido extraño
que sale de una caja
que me recuerda
al oráculo de Delfos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.