Impaciente
la luna por salir,
impaciente
impaciente
el sol
por demostrar
que es fuerte.
Impacientes las mareas,
impacientes
impacientes
los gobernantes
por esas tierras raras
que bueno sería compartirlas
no ocurra lo mismo
por esas tierras raras
que bueno sería compartirlas
no ocurra lo mismo
que con el petróleo
y sus derivados
y sus derivados
de todas las clases.
Las Aves María son cánticos espirituales
que cuando caen en mano de los halcones
se convierten en viejas
se convierten en viejas
plegarias fúnebres,
algo parecido a siete hermanas,
algo parecido a siete hermanas,
de carburante rebosantes,
sacando a todo quisqui
sacando a todo quisqui
las afiladas uñas y los dientes.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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