Aquel verano en que McCartney tomaba el sol en Alicante
yo era un adolescente
que soñaba con ser el Capitán Trueno
en una de esas batallas
en los Mares de Norte.
Que días aquellos
en España no había libertades
y venían los turistas de siempre
para ver nuestros botijos y burros cargados de enseres
para sacarse unas fotografías
a costa del pueblo hambriento de libertades.
Yo hubiera puesto letras a una de esas canciones
de esos grupos musicales
que se batían el cobre
en los escenarios de un mundo
que ya no recuerda nadie.
Tu letra amigo que por aquí vienes
sirve solo
para poner velas en los altares,
asistir a fiestas donde
los escapularios sirven de cubitos de hielo
en las bebidas de diferentes sabores,
ya se que todo parece algo que se sale de lo corriente
pero nada más puedo decir de los Beatles,
que no sea un submarino amarillo
y un martilleo constante
de letras que no aprendí
por aquello de ser el francés
el segundo idioma dominante,
mientras mi padre herraba la mula
y mi abuelo se fumaba una pipa
mientras se bebía una gaseosa
y nos decía que en la vida había que ser honestos
y valientes
Autor: José Vicente Navarro Rubio
yo era un adolescente
que soñaba con ser el Capitán Trueno
en una de esas batallas
en los Mares de Norte.
Que días aquellos
en España no había libertades
y venían los turistas de siempre
para ver nuestros botijos y burros cargados de enseres
para sacarse unas fotografías
a costa del pueblo hambriento de libertades.
Yo hubiera puesto letras a una de esas canciones
de esos grupos musicales
que se batían el cobre
en los escenarios de un mundo
que ya no recuerda nadie.
Tu letra amigo que por aquí vienes
sirve solo
para poner velas en los altares,
asistir a fiestas donde
los escapularios sirven de cubitos de hielo
en las bebidas de diferentes sabores,
ya se que todo parece algo que se sale de lo corriente
pero nada más puedo decir de los Beatles,
que no sea un submarino amarillo
y un martilleo constante
de letras que no aprendí
por aquello de ser el francés
el segundo idioma dominante,
mientras mi padre herraba la mula
y mi abuelo se fumaba una pipa
mientras se bebía una gaseosa
y nos decía que en la vida había que ser honestos
y valientes
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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