Lanzar consignas y armas templar templar
que se siente el paso seguro
que se siente el paso seguro
de un temible general,
en mitad de un páramo
donde solo se puede jugar
a ser aire o agua
con la que llenar
en mitad de un páramo
donde solo se puede jugar
a ser aire o agua
con la que llenar
aquello que se llama de vida real
a quienes gozan de lo suyo
alejados del ruido infernal
que se vive en las ciudades
donde florece el imperio del mal.
a quienes gozan de lo suyo
alejados del ruido infernal
que se vive en las ciudades
donde florece el imperio del mal.
Corazones al descubierto
en aquella España
a la cual se suele retratar
en blanco y negro
con lapsus que no se pueden mencionar
por aprecio a todos aquellos
que viven su vida sin pensar
que hay muchas cosas más
de allí donde el mal suele finalizar.
España aquella singular,
ya una especie de pulgada en mitad
de un sistema métrico decimal,
con sus NODOS y pantanos
con sus igualas y leche en terrones
de piedra de pedernal,
con sus embustes y terrores,
con su clero y felonía militar.
con sus embustes y terrores,
con su clero y felonía militar.
Maldecir es poco,
es poco el callar,
es poco el decir que nos vestimos de libertad
a base de ceder en lo fundamental
y tocar determinados estamentos
convertidos en cloacas que vienen a mutilar
la democracia tan difícil de conquistar.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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