sábado, 10 de noviembre de 2012

POESÍAS Y RELATOS: NOCHE DE LAS ÁNIMAS EN PINAREJO Y EN EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ


I)
NOCHE DE LAS ÁNIMAS

Es la víspera de todos los santos, es el 31 de Octubre, la fecha mágica en la que los católicos recuerdan a sus muertos y les ayudan a salir del purgatorio y alcanzar la luz eterna.
A muchos os sonará Halloween, es esta una noche que el cine y la literatura han hecho famosa. Pertenece a la cultura anglosajona y tiene su origen en las costumbres celtas. Por ello muchos pueblos de la península que han mantenido contacto con la tradición celta conservan en la celebración de la noche de difuntos algunas de los rituales norteños. Estos han llegado a nosotros mezclados con la tradición cristiana, elaborando una fiesta especial que aún se vive con intensidad en la mayoría de casas españolas
Los druidas que eran los sacerdotes celtas creían que esa noche Saman, el señor de la muerte, provocaba a las huestes de los espíritus malignos. Los druidas encendían entonces grandes hogueras, con el aparente propósito de rechazar a todos esos espíritus. Entre los antiguos celtas, Halloween era la última noche del año y se consideraba como un momento propicio para examinar los presagios del futuro. Los celtas también creían que los espíritus de la muerte revisitaban sus moradas terrenales esa noche. Los romanos, tras conquistar Gran Bretaña, añadieron a Halloween elementos de la fiesta de la cosecha celebrada el 1 de noviembre en honor a Pomona, diosa de los frutos y los árboles.
La tradición celta de encender hogueras en Halloween sobrevivió hasta épocas modernas en Escocia y Gales, y el concepto de fantasmas y brujas sigue siendo común en todas las celebraciones de Halloween. Sobreviven vestigios de la fiesta romana de la cosecha en la costumbre, habitual en Estados Unidos y Gran Bretaña, de hacer juegos utilizando fruta, como sacar manzanas de un cubo de agua.
Hoy día, por ejemplo en Galicia, se conserva la tradición de la calabaza encendida, se cuecen castañas con anís para que las ánimas del purgatorio y otros espectros se alimenten y se encienden pequeñas velas que flotan dentro de cuencos de agua y aceite. Cuando estas velas se hayan consumido se sabrá que un ánima del purgatorio ha alcanzado por fin la luz. Son incontables las costumbres rituales de la víspera de todos los santos, la más literaria es la de asistir, o leer, al Don Juan Tenorio. La representación de esta obra ambientada en la noche de difuntos se repite todos los años en la misma fecha con cada vez más aceptación.
Los difuntos están presentes en la noche del 31 de octubre con más fuerza que nunca y los vivos intentan hacerlos pasar al otro lado quizás para ayudarles en su viaje, quizás simplemente para alejarlos de la vida. Sin embargo en ninguna otra fecha como esta, recuerda el ser humano que su destino está en la tierra y que en algún momento tendrá que ser él mismo el que se alimente de las castañas cocidas con anís en espera de poder descansar eternamente al otro lado.



En una noche como esta
me vienen recelos mil
de muertos que vagan
en medio de tormentas
y no tienen donde acudir.

Cierra las puertas
y ventanas
y mira bajo la cama
no sea caso
que te eches a dormir
y esos espíritus que vagan
se hayan acomodado allí.

Miedo a la muerte,
no,
ni miedo a sentir
escalofríos en la espalda
cuando oyes una puerta crujir
y una voz que grita
¡ya estoy aquí!

Cementerio arriba
la luna viene a salir
y si miras de reojo
y ves una escoba
por el horizonte surgir
colocate a resguardo
que es una bruja
que viene hacia a ti.

Noche de las ánimas
y de algún pobre infeliz
que del Purgatorio
quiere salir
y no encuentra a nadie
en la tierra
que le venga a servir.

Ya la noche entrada
en Pinarejo he creído sentir
como un gran suspiro
que venía a decir:
"Hermoso mío acuerdate de mi"

II)
Estimados paisanos y paisanas en estos días tan entrañables y desde Valencia, aprovecho para recordar el significado del día de Todos los Santos y el Día de las Ánimas.

Los ritos funerarios y el recuerdo por los seres más queridos fallecidos se encuentra presente en todas las culturas y civilizaciones. La noche de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de las´Ánimas (2 de noviembre) son fechas claves en nuestro calendario litúrgico y popular. Se creía que el día de las ánimas, éstas solían salir de su tumba y pasearse por las casas, calles y plazas de los pueblos y ciudades desde las 12 horas de la mañana del día 1 de noviembre hasta las 12 horas del día siguiente.

En Pinarejo, nuestro pueblo, la tradición también estaba muy arraigada. La noche de las ánimas las calles del pueblo permanecían desiertas a partir del momento en que comenzaba a anochecer, ya que se pensaba que las ánimas de los difuntos se paseaban en cortejo. Algunos graciosos, jóvenes y menos jóvenes, aprovechaban el silencio de la noche para disfrazarse y asustar a los vecinos y vecinas que por descuido iban a recogerse a sus casas a altas horas de la noche. Al día siguiente de ocurrir el hecho la noticia llegaba hasta los últimos rincones del pueblo. Esto era motivo de conversaciones entretenidas al calor que desprendían los troncos de leña seca que ardían en las chimeneas.

Era costumbre en esos días comer en la Mancha migas, potaje y bacalao y para alimentar a las ánimas se solía, también, dejar sobre la mesa un plato de comida caliente con el fin de que el cortejo de ánimas saciaran su apetito.

De generación en generación los padres han venido trasmitiendo a los hijos creencias que tenían que ver con el más allá. De esta forma y para que los difuntos se pudieran pasear por las estancias de las casas se colocaban velas y candiles en número igual al de difuntos a los que se honraba. En los días anteriores se rezaba y reza el novenario de las ánimas. Dentro de este ritual los sacerdotes solían bendecir los rincones del cementerio al mismo tiempo que mandaban que las campanas tañeran de forma acompasada.

Alimentos típicos de estos días eran las migas, el potaje, el arrope, el pan de higo, los huesos de santo. Se denota en este costumbrario gastronómico una cierta preferencia por los sabores dulces que tenían como finalidad el endulzar los sinsabores que se habían producido con el fallecimiento del ser querido.

La visita de los parientes de los fallecidos a los Camposantos, en el día de todos los Santos, es algo normal dentro de este ritual cristiano relacionado con la muerte. Se aprovecha ese día para adornar y limpiar las tumbas de los seres queridos y para hablar con los amigos y conocidos que se acercan hasta él. La flor más representativa ha sido desde siempre el crisantemo de color morado, ya que este color era el de los difuntos. La costumbre/moda actualmente ha cambiado y es normal ir a los cementerios y ver todo tipo de flores sobre las lápidas. Así nos podemos encontrar con flores de plástico y naturales y entre las variedades tenemos los claveles, los gladíolos, crestas, margaritas, violetas y un sinfín de flores tropicales.

Dentro de las frases con doble lectura que se suelen usar y que tiene que ver con el tema de la muerte se encuentra "A cada santo le llega su día"

En Pinarejo es costumbre del ayuntamiento adecentar el Camposanto con el fin de que los visitantes se encuentren lo más a gusto posible durante su estancia en él.

Para los que venimos de fuera, en estos días 1 y 2 de noviembre, con el fin único de honrar a nuestros muertos es de agradecer ese tacto que se tiene por parte de la primera autoridad del pueblo para con nuestros difuntos.

Finalizaré este relato con una poesía de principios de siglo que tenía que ver con estos días tan entrañables:

Noche triste y sosegada;
silencioso arrastra el viento
en sus ala el acento
de salmodia funeral,
noche quieta y temblorosa
que recuerda a los mortales
los misterios eternales
de la vida sepulcral.
El pastor en su cabaña
reza, y vela a su ganado,
mientras duerme acurrucucado
a sus plantas el mastín;
que es la noche oscura y fría,
escondidos los senderos
y al olor de los corderos
van los lobos al festín.
No hay estrellas en el cielo,
ni rumores en los valles,
ni canciones en las calles
de enamorado chaval;
los oídos hiere el eco
de la corneja agorera
y se palpa por doquiera
algo sobrenatural.
Vagas luces, negras sombras
atraviesan el espacio,
vibra fúnebre y despacio
de campana el ronco son,
y al amor de grata lumbre,
de leyendas salpicada
o entre lágrimas mezclada
sube al cielo la oración.
La oración que eleva el hombre
por las almas que partieron,
por los seres que nos dieron
vida, ciencia y amistad;
por aquellos que algún día
a la vida Dios mandara
y la muerte arrebatara
de la tierra sin piedad.
Noche lúgubre al impío,
de fantásticas visiones,
de medrosas ilusiones
de su incrédula razón;
noche santa y venturosa
para el alma del cristiano
que las penas de su hermano
mitigó con su oración.
Noches santas de difuntos,
de enlutado y triste manto
que arrastráis al Camposanto
nuestro afecto y nuestra fe;
Dios acorte vuestras horas
y al brillar el nuevo día
a los muertos la alegría
y el descanso eterno dé.

III)
Qué es la noche de ánimas?

Es la víspera de la noche de difuntos, la noche del 1 al 2 de noviembre. La fecha mágica en la que los católicos recuerdan a sus muertos, les ayudan a salir del purgatorio y a alcanzar la luz eterna.

Todavía es costumbre de encender una lamparilla en un vaso con aceite en el cual se ponía agua que se quedaba abajo y el aceite flotaba y la lamparilla encendida lo consumía en toda la noche,pero en la creencia de alumbrar a las animas del Purgatorio.

Qué son las animas vivas?

Las ánimas vivas o muertos vivientes consisten en personas que han fallecido, pero que en lugar de quedarse quietas para siempre y convertirse en polvo, son capaces de realizar prodigios de todo tipo El misterio de tocar la campana toda la noche es ahuyentar los malos espíritus.

En el solsticio de invierno, cuando el Sol está en su punto más bajo, el día es más corto y la noche más larga, la tierra queda bajo el reinado de las tinieblas. Entonces quedamos desprotegidos de los espíritus del inframundo que vienen a invadir nuestro mundo.

Cuentan que hace muchos años hacia 1890 había una mujer en Pinarejo que presumía de ser muy valiente. Una noche de Todos los Santos dijo a los hombres que bebían en la plaza que se atrevía a subir al Camposanto para clavar un clavo en la puerta. Y así lo hizo. Cogió un martillo y el clavo y se dirigió por el Molino al CampoSanto.

Era una noche oscura como la boca de un lobo. Subía la mujer despacio por la era de Don pepe, alumbrando el camino de piedras con un candil. No dejaba de mirar hacia atrás y el pueblo cada vez estaba más lejos. Los escalofríos le recorrían todo el cuerpo. Al fin llegó al cementerio y clavó la punta, pero con tan mala suerte, que sin querer agarro un extremo de sus largas sayas. Cuando se disponía a bajar al pueblo notó que no podía avanzar. Como pensó que los difuntos la estaban agarrando, allí mismo se desmayó y la encontraron al día siguiente tumbada en el suelo y muerta de miedo.

Pobre de esta mujer
que por querer ser
valiente pagó
con un gran susto
su tozudez
de querer ir al camposanto
para demostrar por doquier
que a los muertos
no hay que temer.

Mira por donde ocurrió
que en vez de clavar
el clavo que llevaba en la pared
para demostrar su valentía
y osadez
lo hizo en las sayas
y tal susto se llevó
que nunca más volvió
a realizar apuestas
que tuvieran que ver
con gentes que no se dejan ver
pero saben que son
ánimas que si te portas mal
te vienen a ver.

IV)
NOCHE DE LAS ÁNIMAS
En la noche de ánimas
por una calle de Pinarejo
baja alguien
de cara blanca
y andar desgarbado
que no deja pisadas
en el barro.

Es noche de recogimiento
y silencios de espanto
en un pueblo sobrecogido
por el encanto
de sus calles asfaltas
y con bancos,
de su plaza con fuente
de 20 hacia el cielo caños
que tiran más agua
de la que puede llevar un carro
y con su iglesia
y alto campanario
con un reloj coqueto
que marca las horas
a tiempo
y con muy poco trabajo.

Baja por la calle
sin hablar y rezando
en este noche de ánimas
con ventanuchos cerrados,
a cal y canto,
una sombra que lleva
entre las manos
un libro que dice,
toda la vida trabajando,
criando y luchando
para que me venga a desahuciar
un banco
y termine mi vida
como un ladrón
de guante blanco.

Las ánimas se solidarizan
con este muerto
tan desgraciado
que va de cementerio en cementerio
contando su triste alegato
y dicen desde el cielo ya ganado
que rezan por nosotros
y maldicen a todos aquellos
que a los pobres causan daños.

Ánimas atormentadas
en el purgatorio velan sus pecados
y esperan
de aquellos otros cristianos
en esta noche larga
de velillas alumbrando un retrato
se rece por ellas
y se cene muy despacio
pensando que no hay mejor alimento
que tener la conciencia tranquila
y el talego vació de pecados.

v)
¡Ay de esta noche
quien se atreva
a la calle a salir
sin la ayuda
de una lamparilla, vela,
o de un rústico candil!

Se puede encontrar
el pobre infeliz
con una sombra
que le venga a decir,
vente conmigo
al camposanto amigacho
y velame piadosamente allí.

Si llaman a tu puerta
da caridad y no tientes
al espíritu
que te ha venido a pedir
en esta noche tan señalada
de dulces campanadas
que vienen a tañir
con lúgubre cadencia
en una noche para algunos
de muy mal dormir.

Luz para no tropezar
en una casa vi
y a eso de la media noche oí
pasos en la escalera
que iban hacia allí
donde la lamparilla iluminaba
en compañía de un candil.

Crisantemos morados,
claveles y gladíolos
florecen allí
donde las violetas
con dulces colores
se viene a vestir
y las crestas se abren
para decir:
Buenas estamos
en esta tumba,
todas aquí,
donde nuestro muerto descansa
y parece feliz,
en este día de Todos los Santos
de tanta gente acudir
a la fría casa
donde todos vendremos
algún día a vivir
que es el morir. 

VI)
Al pasar por el Castillo
en una noche de ánimas
una sombra vi
y tal fue el asombro
que paré el coche
y miré hacia allí
donde una lámpara se movía
entre almenas de recortado perfíl,
cubos a medio construir
y un armazón de metal
que parece la fragua de Martín.

¿Ví un ánima en pena?

¡No se lo que vi!

Tan solo una luz blanca
que me hacia señas desde allí
donde el Castillo se alza
y se oye el dulce tañir
de unas campanas con más historia
que la propia capital de España
a sabiendas de todos Madrid.

En noche de ánimas
si por el castillo
vienes a pasar
no aceleres el coche
y para
si crees oír:
dame una manta amigo
que tengo ganas de dormir,
por caridad cristiana
atiende la súplica
que es un ánima que te viene a pedir.

En las noches de la historia
en los sótanos del Castillo
se oían a almas en pena pedir
una oración cristiana
que les hiciera del Purgatorio salir.

Ya las almas en el cielo,
ya el castillo a medio construir
el ronroneo de un felino gato avisa
de que el solo
es el que habita allí.

VI)
Ya la noche pasada
todo vuelve a la normalidad
entre fríos que calan
y suspiros que no se van.

Descansan los muertos
y aunque en el cementerio
sus restos están
viven perpetuamente
en la memoria familiar.

Ánimas perpetuas,
desde el cielo se disponen a velar
al tiempo
que en un cementerio florido
se respira tal tranquilidad
que todo parece parado
hasta el viento
que no se atreve a pasar
más allá
de la puerta que da acceso
a tan respetuoso lugar.

El molino de lejos
y la blancura de un tapial
nos llevan al encuentro
de aquellos, nuestros muertos,
que en el camposanto descansan en paz.
VII)
Estar solo
en este día
sin horas
y en esta noche
de estrellas apagadas
en que vienen hasta mi
recuerdos de otros momentos vividos
al calor de una lumbre
y de unas sabrosas palabras
que hablan de futuro y porvenir.

Ver como los cielos
difusos de estrellas
en un firmamento
con muchos interrogantes
se posesionan de la tierra
y le infunden temores
imposibles de predecir.

Ser el momento
de reflexión solemne,
como si un cáliz se alzara
y más allá de las alturas
viniera a caer
un rayo cegador
y oír entre los silencios
voces atrayentes
que te recuerdan
algo más que vocablos
y palabras
de significados ambiguos.

Ser noche de ánimas
y estar a tiempo
en esa noche
de pensar en los tuyos,
en aquellos que ya se fueron
al igual que nosotros nos iremos
algún día.

Gorriones cruzan
por un espacio
a lo visto
convertido en libreto musical
y en ese instante
comprender que la vida continua
lejos de esos paredones blancos,
con árboles sobresaliendo
en forma de espigadas lanzas
y cruces clavadas en los suelos
y lápidas de un cementerio
allí donde un molino
se divisa quieto
y sin ganas de aventuras.
VIII)
 Levantaros ánimas
e ir a Toledo
a pedir al Gobierno Autonómico
que devuelva a Pinarejo su colegio.

Nunca un pueblo sufrió
de tal humillación
ni nunca los que gobiernan
fueron tan lelos
como para aplicar una ley
que acaba con las expectativas de un pueblo.

Pinarejo se merece
que sus hijos crezcan
dentro de los confines concretos
de un territorio que es
villa y pueblo
desde que Carlos III vino a decir
con muy claro entendimiento: Ver blog
que ya estaba bien de sufrir vejaciones
y molestias por sujetos ajenos
a los propios habitantes del pueblo.

Autor de la Poesía: José Vte. Navarro Rubio

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