BIBLIOTECA MANRIQUEÑA: JOSÉ MANUEL ORTEGA CEZAR

Tarancón 23-02-1934

     Doctor ingeniero de minas, el ejercicio profesional, vinculado a la empresa Repsol, le llevó a vivir en varios países extranjeros y a viajar con frecuencia por diversas ciudades, en las que fue desarrollando de modo pausado y paulatino una singular afición: la búsqueda y adquisición de ejemplares, en todos los idiomas, de la obra de Jorge Manrique, hasta formar una extraordinario biblioteca personal que acumula más de 400 ediciones.

     La afición y el estudio de Ortega le han llevado a publicar ya dos volúmenes referidos a la temática manriqueña. El primero, Jorge Manrique a través del tiempo, editado en 2007, fue recibido con cálidos elogios tanto por la crítica como por los ambientes universitarios, en alguno de los cuales fue incluido como texto complementario en asignaturas de Filología. El segundo, Catálogo razonado de una biblioteca manriqueña, editado en 2009, es un monumental trabajo de investigación en el que se recoge la experiencia personal del autor en su seguimiento de ediciones de y sobre Jorge Manrique. A ellos se ha unido, en 2016, un tercer volumen, dedicado a la influencia de Jorge Manrique en la literatura contemporánea.

Obra publicada

Jorge Manrique a través del tiempo (Toledo, 2007)

Catálogo razonado de una biblioteca manriqueña (Toledo, 2009)

Jorge Manrique en la poesía contemporánea. Antología 1950-2016 (Toledo, 2016)

Este libro sin pretensiones bibliográficas, pretende describir una biblioteca manriqueña. Las únicas concesiones formales a las bibliografías han sido la inclusión de fichas descriptivas de las obras que aparecen y la separación de materias en apartados monográficos para facilitar la lectura.

Se trata de un libro que versa sobre uno de nuestros mayores clásicos, al que también se le puede considerar un clásico de la región, puesto que, si bien no se conoce con precisión su lugar de nacimiento, sí que se sabe que su formación poética la adquirió en la ciudad de Toledo en la segunda mitad del siglo XV. Es aquí donde se conserva el único retrato que se tiene del poeta, que fue realizado en el siglo XVIII y se encuentra en la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Fue también en esta ciudad donde Manrique contrajo matrimonio, y en base a su condición de caballero santiaguista, buena parte de su peripecia biográfica se asocia a lugares como Ajofrín, Consuegra, Ocaña o Villamanrique. Del mismo modo, su vinculación con Castilla-La Mancha también se refleja en el denominado 'Triángulo Manriqueño', cuyos vértices son las localidades de Castillo de Garcimuñoz, Santa María del Campo Rus y Uclés, al ser estos los lugares donde el poeta vivió la última etapa de su vida, falleciendo en 1479 a la edad de 39 años. Es precisamente a Uclés a donde fueron trasladados sus restos para ser enterrados junto a los de su padre, don Rodrigo, estando así unidos, al igual que lo están, perdurablemente, en los versos de las Coplas. En el libro, el autor ha conseguido, de manera original, explorar el paralelismo de la obra de Manrique en las literaturas occidentales. Asimismo, Ortega Cézar ha reunido en estas páginas una versión de las Coplas para mayor comodidad del lector e intención divulgativa de las mismas. De claro interés para los estudiosos manriqueños, el presente documento pone al alcance de un público más amplio el disfrute de las Coplas, obra que hoy es patrimonio indiscutible no sólo del mundo hispanohablante, sino también de otras culturas ajenas a una tradición medieval y cristiana

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José Manuel Ortega Cézar, experto en la figura y la obra de Jorge Manrique (hace unos meses pronunció en Cuenca una interesante conferencia sobre este tema) al presentar entre las candidaturas el nombre de Santa María del Campo Rus, referencia a la que llega a través, precisamente, del estudio de la personalidad del poeta-soldado, cuyo cuerpo fue a morir allí, a este lugar próximo a San Clemente, en 1479, tras ser mortalmente herido en el asalto al Castillo de Garcimuñoz.

            El trabajo de Ortega Cézar, publicado en las páginas culturales del diario ABC, se inicia rastreando la posible influencia de Manrique en Cervantes, encontrando algunas curiosas alusiones que demuestran no solo que éste conocía perfectamente la obra de aquel sino que en su novela introduce elementos que aluden de manera muy clara a versos y conceptos manriqueños. Siguiendo esta pista, Ortega elucubra con la posibilidad de que Cervantes, recaudador de contribuciones reales y por ello viajero constante por el territorio que tenía asignado llegara a Santa María del Campo y encontrara allí no solo el lugar concreto, la casa, en que murió Manrique, sino inspiración suficiente para situar allí el origen de las aventuras quijotescas.

            Como todas las hipótesis que carecen de soporte documental, esta se mantiene, por ahora, solo en ese nivel, el de una teoría más próxima a la invención literaria que de la realidad histórica, pero eso no impide encontrarla acompañada del suficiente atractivo como para asumirla, al menos hasta que otra venga a sustituirla. Y ello desde la casi total seguridad, de que nunca podremos saber, con precisión incontestable, cual fue aquel lugar de la Mancha del que Cervantes no quiso dejar ni rastro de su nombre.