Acabo de llegar de Valencia y me sentado delante del teclado y de la pantalla del ordenador dispuesto a trasmitir esas sensaciones que se viven cuando uno está en compañía de la familia y de los amigos. Hemos comido la familia en el restaurante “Vall Duxo”. Ni que decir tiene que hemos hablado del pueblo y del foro. Como sabéis el restaurante está regentado por el hijo de Andrés y de Clemente (Parrilla-Requena) y por allí transitan muchos pinarejeros y pinarejeras que viven en la zona y otros que van de paso. Santiago me hablaba del foro y de esa historia que llevo entre manos que tiene como protagonista a Durillas y me animaba a continuar. Tranquilo le he dicho que la historia tiene que terminar con dos capítulos más y en esas estoy en estos momentos dispuesto a acabar la historia y comenzar otra del mismo calado.
Al final como siempre hemos quedado en hacer una buena comida en el pueblo a base de cordero de la tierra y vino de la zona. Concretamente la fecha casi acordada es para el mes de diciembre, pero ya se sabe esto casi siempre comienza con mucha fuerza y termina desinflado.
A todo esto el cordero que he comido en el restaurante no tiene nada que envidiar al de nuestra querida tierra, les he preguntado el secreto y me han dicho que se lo traen por encargo. Todavía llevo el aroma en el bigote ¡Qué cordero y que orujo blanco para rematar la faena!
Me dice Santiago que todos los días entra en el foro y me pregunta que de donde saco la inventiva y la contestación ha sido: Es que me gusta escuchar. Consecuencia de esa estancia en el Restaurante, que acostumbro a visitar una vez por semana, aquí esta la pequeña crónica de ese encuentro entre pinarejeros residentes en Valencia.
¡Estimada familia que bien se come en vuestro restaurante! y tu Santiago, primo y amigo del alma, artista de la plancha y de la pintura de coches, a ve si te animas y escribes alguna cosilla en el foro.
Al final como siempre hemos quedado en hacer una buena comida en el pueblo a base de cordero de la tierra y vino de la zona. Concretamente la fecha casi acordada es para el mes de diciembre, pero ya se sabe esto casi siempre comienza con mucha fuerza y termina desinflado.
A todo esto el cordero que he comido en el restaurante no tiene nada que envidiar al de nuestra querida tierra, les he preguntado el secreto y me han dicho que se lo traen por encargo. Todavía llevo el aroma en el bigote ¡Qué cordero y que orujo blanco para rematar la faena!
Me dice Santiago que todos los días entra en el foro y me pregunta que de donde saco la inventiva y la contestación ha sido: Es que me gusta escuchar. Consecuencia de esa estancia en el Restaurante, que acostumbro a visitar una vez por semana, aquí esta la pequeña crónica de ese encuentro entre pinarejeros residentes en Valencia.
¡Estimada familia que bien se come en vuestro restaurante! y tu Santiago, primo y amigo del alma, artista de la plancha y de la pintura de coches, a ve si te animas y escribes alguna cosilla en el foro.
José Vte. Navarro Rubio
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