Callejón del gato
en un ir y venir
de letraheridos olvidados
que se juntan aquí
para expresar su desobediencia civil.
Literatura muerta
en un Madrid
que viene a surgir
en un frenopático
donde los bohemios acostumbran a acudir
para revisar su loco vivir.
Espejos cóncavos y convexos
y mi cara allí
deformada y convertida
en un hazmerreir
mientras dura el encantamiento
que se viene a producir
sin que nadie lo pueda impedir.
En ese callejón -vi-
de las brumas salir
a la bohemia madrileña,
si lo vi o no lo vi
Buscarini apareció ante mi
para ofrecerme un libro
y poderme decir
que se arrepiente
por acudir
a recibir
con honores de Cesar
en Madrid
a Tommaso Marinetti
de quien no se siente ni seguidor ni aprendiz.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.