sábado, 6 de abril de 2013
POESÍA: DE ESE BAUL DE BUSCARINI QUE CONTENÍA UN DIARIO (I)
A veces mis silencios claman
por aquellos amores que no tuve
ni de joven ni de niño.
Mi vida desde entonces
no tiene más sentido
que alabar a Cupido
con tal de poder entrar
en ese reino prohibido
al cual me encomiendo
de la única forma que he aprendido,
alabando a la primavera,
haciendo del amor un atributo
y dedicando mi vida
a vivir como un peregrino
que siempre va caminando
y pidiendo cobijo.
Quizás tú
que te sientes por mi atraído
conozcas de mejor remedio
para acabar con este pronto tan primitivo
que me hace ser un gorrión del arroyo
allí donde Madrid perdió el caudal de su río.
Yo, Armando Buscarini,
que era era,
a decir de los entendidos,
el último bohemio,
vivo en un manicomio
bajo cobijo
teniendo como amigos
a un Valentín de Borbón,
a un Emilio Silvela y a un Primero de Colón
que dan de si lo suyo
contando batallas y descubriendo nuevos mundos.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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