En una tarde que se arrastra
sacan de paseo a una santa
de Pinarejo Santa Águeda
por todos querida
aunque solo sea por no meter la pata
y el pueblo detrás de ella
de fiesta y gala
baja por la Carrera y ya casi en la Plaza
se me viene a la cabeza
la mucha fe que a unos les sobra
y a otros le falta.
A pesar de todo unos tira
y otros casi arrastran
todos llegan a la Plaza
para subir cuesta arriba
camino de esa gran morada
que es la iglesia parroquial
con su reloj nuevo y campanas.
Fiestas en Pianrejo
en un septiembre que no se acaba
por mucho que la televisión diga
que el turismo se estanca.
Hora de toros
llena la plaza
y acude el cura
para bendecir
esa plaza
que hoy está de gala
con toros con pitones que parecen espadas,
aficionados en los tendidos echando mano de los sombreros de paja
y toreros tan finos
que en una sopa de agua
parecían fideos
de lo muy esterilizada que tienen la figura y cara.
Sal el primer toro
y se oyen palmas,
algún que otro pito
y risas y carcajadas
y de esta forma llega sin que nadie diga nada
la noche con sus cocos y fantasmas.
Tarde de toros
y mira por donde a mi si me da la gana
reviento el orden
y me invento las palabras
que tengan que ver con lo que tu quieres
cunado te da la gana.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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