Miremos a Toledo tan llena de iglesias como la ciudad del Papa.
Toledo en unas vacaciones que se apagan
nos llena el alma
cuando paseas por sus calles
y alcanzas a ver con la mirada
las estrechas calles
en sus años de bonanzas
llenas de caballeros y damas
que asimismo se saludaban,
ellos con las manos en señal de demanda,
doblando el torso y lanzado alguna bien medida palabra
y ellas tapadas la cara
con pañuelos de seda
y cerrando los ojos como si en ellos viviera el deseo que todo lo enciende y apaga.
Tan bella la ciudad de Toledo
yo la quiero así de cuidada
con ese Greco que se proyecta dentro de esas murallas, altas, esbeltas y preparadas
para cerrar la ciudad si hiciera falta en las noches tan cálidas.
Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio
Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio
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