Oigo la televisión
y lo que en ella se vierte,
agua corrompida en un jarrón de cerámica de Talavera
y siguen los corruptos
riéndose de la justicia,
a carcajada plena,
con las piernas abiertas
en sus banquillos de imputados por diversas penas
y uno piensa
que estos tíos
se ríen del estado de derecho,
tan pobre él
que gracias a ellos
hacen su agosto los ladrones
saltándose los códigos,
de todos ellos el denominado "Da Vinci" el más entretenido.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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