Fui al teatro aterrado
pensaba que me dormiría
la obra daba para poco,
alabo el sacrificio
de los actores dando el tipo.
Ya sentado, en mi fila,
la luz apagada
en el escenario sin prisas
una pareja se lo tomaba en serio, exprimian
su ingenio con tal de hacer justicia
a lo que se conoce con el nombre de cultura.
El café posterior en el bar
fue más entretenido,
en la fría estancia,
casi mausoleo con sus mesas y sillas
la noche comía de las sonrisas
de quienes bebiendo en poco ponían en orden su vida.
Los viernes son así de entretenidos
con teatro y a toda prisa
el café y el agua,
la mesa con sus sillas,
el frío a ras de suelo
y en la cara expresión de sonrisa.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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