Y con ello se vuelve al presente
al hilo directo
con lo que nos es nuestro,
lo cotidiano y concreto
con la costilla de Adán sirviendo de espermatozoide con el que crear un ser nuevo.
Es ahora cuando uno se siente sincero,
tan arropado y tan lisonjero
como ese perro, mascota, compañero,
que junto a mí mueve la cola y se dispone a mostrarse tierno.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario