Desde aquí mando a la mierda a los poetas conformistas,
a los miembros de los jurados que recitan
a Becquer, en vez de leer la Biblia,
para saber el pecado que cometen
cada vez que nombran a un ganador
sin haber leído el resto de poesías
de quienes se sienten atraídos por aquello que se llama amor a la poesía.
Caí en la cuenta tarde,
malgaste el tiempo, que jodida,
fui incauto,
casi una peladilla,
para los barrenderos de basura,
que se apostillan
como doctos jurados
de premios que se venden en los mercados de los traficantes de cocaína
Autor: José Vte Navarro Rubio
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