Interior.- Valencia.- Ayer tarde marchó el General Prim á la Albufera á disfrutar de la cacería que se le había preparado. Gaceta de Madrid: núm. 311, de 06/11/1860, página 4
VALENCIA 4 de Noviembre.—-Como habíamos anunciado anteayer, á las cuatro de la tarde marchó el General Prim á la Albufera á disfrutar de la cacería que se le había preparado. Acompañaron al Conde dé Reus varias personas de esta ciudad y otras qué han venido de la corte, y entre las cuales recordamos á los Sres. Carriquiri, Brigadier Sanz, Marqués de San José, Barón de Cortes, Perez Vento, Nolla y otros varios que no tenemos presentes.
Al llegar al magnífico Lago de la Albufera hallaron ya preparada la comida , á la cual hicieron honor los cazadores , siendo de notar un magnífico ramillete de grandes dimensiones con que fué obsequiado el General Prim verdadero monumento, con torres, almenas, banderas y cañones. Él obsequio era debido al Sr. Hernández, gran aficionado á la Albufera, y el enorme ramillete ofrecía de particular una colección de botellas de excelente vino del Priorato, con las cuales estaban figurados los cañones.
Después de la comida, que fué animadísima, el General quiso licencia r el sorteo de los puestos de la Albufera , y en este acto reinó gran entusiasmo entre los barqueros y los cazadores, los cuales vitorearon calorosamente al héroe de Castillejos.
En la madrugada de ayer el vapor del canal condujo á los cazadores á sus puestos, y comenzó la tirada. El General, á pesar de no estar ejercitado en ella, anduvo muy certero, y quedó sumamente complacido de la animación y de los incidentes que ofrece esta diversión en el Lago de la Albufera. Entre el Conde de Reus y los demás convidados mataron hasta 200 piezas.
A las cuatro de la tarde de ayer regresaron á Valencia muy satisfechos de la expedición, y después de comer asistió el General á la función preparada en obsequio suyo por el Sr. Alba en el teatro de la Princesa. ( Diario mercantil )
Noticias nacionales.- Valencia 13 de Noviembre.- El lago de la Albufera ha estado este año muy animado. . Gaceta de Madrid: núm. 6721, de 16/11/1852, página 2
El lago de la Albufera ha estado este año, como de costumbre, m u y animado. La caza no ha sido abundante, á causa del poco frió; El miércoles, víspera de San Martín, se mataron algunos pájaros; pero en cambio el jueves anduvieron muy escasas las fojas y los ánades, y no pudieron dar abasto al sinnúmero dé cazadores que discurrían por el lago. La deliciosa márgen que se conoce con el nombre del Saler ha estado muy concurrid a, y ha sido, como siempre, el paraje consagrado á los deportes y á las clásicas paellas.
El día de San Martin hubo con este motivo en el ferro-carril de Silla una afluencia de gente extraordinaria. El corto camino que conduce desde este pueblo al embarcadero del lago estuvo toda la tarde concurridísimo. Los últimos trenes, compuestos de un gran número de coches, no fueron suficientes para trasportar á la muchedumbre que se había reunido en Silla, y hubo necesidad de hacer un viaje extraordinario.
El camino de Monte-Olivete estuvo también muy concurrido. Los carruajes invadían el óvalo, y la gente de á pié discurría por el pretil del rio presenciando el regreso de los cazadores.
Noticias nacionales.- Valencia 20 de Diciembre.- La temporada del invierno en que vamos á entrar no se muestra tan benigna como de ordinario suele ser en este país. Gaceta de Madrid: núm. 4122, de 27/12/1845, página 2
Valencia 20 de Diciembre. La temporada del invierno en que vamos á entrar no se muestra tan benigna como de ordinario suele ser en este país: el frío que se experimenta algunos días es bastante crudo en medio de la continuada primavera que aquí se disfruta) y por consecuencia causa algunas enfermedades y aumenta los padecimientos de los pobres, mientras que la época de los goces y de las diversiones empieza para las clases acomodadas. La aparición en el lago de la Albufera de algunos cisnes, que no se había verificado desde el año de 1839, indica también que los hielos del Norte les precisa a buscar un clima más templado para no perecer bajo la nieve eterna que cubre aquellas montañas.
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