No dimos el día por perdido
la noche estaba por abrir,
en la tarde cayeron los silencios
y el agua de un mes de agosto
por descubrir
por descubrir
hervía melodías
como diciendo ven a mí.
El calor sobre la arena
se podía hasta compartir,
había para todos
y allí
y allí
la mar cercana
se vinieron a descubrir
se vinieron a descubrir
las últimas naves de Tarsis,
algo así
como si desde tierras lejanas
se vinieran gentes hasta aquí
para enseñarnos sus torsos desnudos
sus dientes de marfil
sus pupilas dilatadas,
su negro, ámbar,
algo así
algo así
como un periplo recién comenzado a descubrir,
aullad
y compartir
aullad
y compartir
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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