SALIDA AL CAMPO: LOS NÍSCALOS COMO EXCUSA PARA CAMINAR Y DISFRUTAR DE UN BUEN DÍA

 

A veces la excusa se llama salir a buscar níscalos. Y digo excusa porque salir a pasear al campo es bueno para las piernas, para el espíritu y para el corazón. Para salir al campo hay que madrugar. Es la única forma de poder contemplar como todo lo que vive sobre la naturaleza con el paso de las horas se va acomodando al ritmo del reloj. Luego encontraremos o no níscalos. Tampoco hace falta ser muy exigentes, como ya he dicho es una excusa y muy buena. No consiste en llenar cestas y más cestas. Se sale al campo para armonizar y llenarse de sensaciones, para ver el día amanecer, para entender aquello que ante nuestros ojos se muestra de una forma totalmente natural como si nos estuviera esperando. 

Los paisajes cambian dentro de las mismas zonas. Siguiendo los caminos veremos valles y montañas, pequeñas mesetas y hondonadas, riachuelos y cumbres peladas, árboles de diferentes especies y todo tipo de arbustos y plantas. No hace falta seguir un guion. Conscientes de que es fácil perderse hay que tomar todo tipo de precauciones pues la montaña y las zonas pobladas de árboles engañan. Debemos de conocer el lugar para introducirnos en él. Si se va en coche dejar este en una zona fácilmente identificable. No hace falta ser valientes, ser prudentes es lo más aconsejable. Con prudencia y un buen mapa, conociendo las coordenadas en las que nos movemos y no siendo imprudentes podremos salir airosos de cualquier despiste involuntario y eso si, cuando uno se pierde no hay que perder la paciencia. Es conveniente en estos casos cargarse de sensatez, que no cunda el pánico, andar lo justo, repensar que es lo que hemos hecho para llegar a esa situación y a partir de ese momento, si hace falta gritar para buscar ayuda. Con día y luz por delante se puede llegar a buen puerto, por eso hay que madrugar, comenzar pronto a buscar setas y dejar el mediodía y la tarde para comer y para volver a casa. Hoy en día hay aparatos electrónicos de toda clase que nos pueden ayudar a orientarnos y luego están los remedios caseros de toda la vida, las brújulas, el buen ojo clínico y el despistarse, hay que ir con todos los sentidos puestos en lo que estamos haciendo, saber donde estaba el sol y como está ahora.

Como estamos diciendo el buen buscador de setas recolecta las que se puede comer en unos días y las que va a dar. No hay que ser egoístas ni escatimar los terrenos, hay que ser pulcros, pues de otra forma la naturaleza, ella misma, por si sola no puede eliminar los desmanes de los seres humanos, por eso, si actuamos como vándalos, nos devolverá unos espacios que serán de todo menos atractivos.

La excusa hoy ha sido hablar de níscalos. La verdad es que hemos paseado por lugares donde el transitar nos ha devuelto a otros días. Desde el coche se ven los pueblos, Mora de Rubielos y Rubielos de Mora, preciosos, algo así como si todos los días les tocara la lotería. 

Hemos paseado, hemos cogido una cesta de níscalos, los había, pero muchos agusanados. Alcalá de la Selva espera lluvias y fríos, sin ser glaciales, un poco más intensos. El calor una vez que han germinado los níscalos es mal compañero de las setas, las temperaturas estables en ese punto, en que sin necesidad de nevar, hace frío, es un buen referente para que hayan setas comestibles y de las otras, por eso siempre se recomienda buen ojo clínico, estar muy al tanto y ante el desconocimiento siempre lo mejor, es no coger aquello que siendo vistoso nos es extraño.

Y eso si, no se olvide, por estas zonas se come muy bien, borrajas con trufas y patatas, carnes de cabrito y de cordero, buenos platos de sopas y judías con perdices, por decir algo, hay tradición culinaria, puesta al servicio de quien se pueda pagar una buena comida, en el precio está la calidad, aunque los buenos servicios y comidas de todo tipo, más o menos completas, se pueden encontrar en todos los lados.

Creo que por el momento ya he he dejado constancia de algunas cuestiones que se podían haber quedado en el tintero, aunque no obstante, por no decir lo que no toca, les puedo asegurar que si hace buen tiempo y tiene tiempo para caminar y puede, no sea perezoso y salga, déjese ver, por los lugares que la naturaleza nos ofrece sin pagara nada a cambio. Y no se olvide de volver al sitio de partida con la luz suficiente para que no se le haga un nudo en el estomago. No está de más llevar siempre el móvil encima, un pito, lo que sea, hacer ruido aunque es molesto, puede resultar extremadamente útil, en el caso de desorientación. Mire por donde sale el sol, donde dejó el coche, por donde iba el camino que dejó atrás. Nunca se meta en zonas profusamente repletas de arbolado sin haber antes tomado unas precauciones mínimas.

Autor: José Vicente Navarro Rubio