Con Confucio
nos dimos cuentas
de que había otros mundos,
entendimos que se podía
estudiar y airear las cualidades
de quien amaba el orden
y a la vez las libertades,
asistimos al conocimiento
de una doctrina
que ha durado siglos, lo suyo
es creer en el hombre,
respetar el poder,
poner orden,
usar de la razón como forma de poder entenderse.
Y vienen
en esto que se escribe
preguntas,
llegan algo así renglones
de palabras que configuran un bloque
entorno al cual hay que ser fieles
en apoyarse.
Lerdo, inquieto, sometido a una témpora
hierve el aceite,
espera una vinagreta
con perejil y otros frutos y especies,
es
téngase en cuenta
el perfil
que se hilvana en estos instantes,
como quien acude a un sastre
y zurce que te zurce
termina diciendo tenga usted el traje.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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