Cada uno tiene sus mejores momentos para escribir
y lo sabe y los utiliza
para releerse y autoflagelarse
con preguntas.
Mis mejores horas
son sin duda
las veinticuatro que tiene el día
y de ellas las preferidas
las primeras,
las que armonizan
con la salida del sol
en que aúllan las estrellas
y se ve como llegan trozos de luz
que se despeñan a través del firmamento
hasta llegar hasta la ventana
donde uno maúlla versos
y sintoniza canciones
que le llegan desde la ya opaca luna.
y lo sabe y los utiliza
para releerse y autoflagelarse
con preguntas.
Mis mejores horas
son sin duda
las veinticuatro que tiene el día
y de ellas las preferidas
las primeras,
las que armonizan
con la salida del sol
en que aúllan las estrellas
y se ve como llegan trozos de luz
que se despeñan a través del firmamento
hasta llegar hasta la ventana
donde uno maúlla versos
y sintoniza canciones
que le llegan desde la ya opaca luna.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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