Comienzan los trinos
y vienen de repente,
la orquesta ya está preparada
para su concierto matutino,
dentro de poco se alzará el telón
y subidos al escenario
estarán ellos los gorriones
esperando su turno
para alzar la voz
y dejar que el arte se convierte
en un hermoso castigo.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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