No hay dos amaneceres iguales
aunque los silencios son los mismos,
así se unen en este espacio
sensaciones que me llevan
hasta ese instante mismo
en que la luz aparece
y el mar vuelve a sus rutinas
sin más comentarios
que aquellos que son extraídos
de este poema convertido
en la cabecera de quien lo escribe
con los ojos todavía empañados de sueño
que comienzan a abrirse al mundo.
aunque los silencios son los mismos,
así se unen en este espacio
sensaciones que me llevan
hasta ese instante mismo
en que la luz aparece
y el mar vuelve a sus rutinas
sin más comentarios
que aquellos que son extraídos
de este poema convertido
en la cabecera de quien lo escribe
con los ojos todavía empañados de sueño
que comienzan a abrirse al mundo.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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