Entre las finuras de unas líneas
un poema absurdo
se abre al día
y lo hace sin saber
en manos de quien caerá su lectura.
Hay lectores de todos los tipos
y lecturas
que sirven para distraer
a quienes salen de casa en busca
de emociones de todo tipo
de esas que sin soltar saliva
abren el corazón
y enseñan allí donde el pecho
da vida
un vivero de sensaciones
entre ellas el amor
y si en ello
podemos decir cosa alguna
el goteo incesante
de lo único que corre por nuestras vidas
sin dar tiempo
a que nada ni nadie
sobre este tema discuta.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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