Aprieta el viento en esta mañana,
en que Zeus se protege bajo una manta.
He visto las melenas de Eolo,
hijo de Hippotes y nieto de Mimas,
surcar el aire ya desmelenadas.
Por aquí andan los jacobinos
esgrimiendo las navajas,
se les ven entre nubes
rodeadas de grandes capas,
escogiendo cabezas
para afeitar las barbas.
Y es que el aire nos trae pesares,
truenos desde las latitudes altas,
nos traen sueños de aventureros
que desde las sierras bajan
para llenar las arcas de los pobres
que padecen por culpa de la banca.
Y surge en esta vorágine de caminos,
aire y mezcla de arena bien triturada;
amores que se quieren lavar la cara,
para relucir como nuevos
en estas nuevas etapas
del ser social investido
de una particular gracia,
a saber esta es
no perder la esperanza,
en un mundo mejor
donde primen las buenas enseñanzas
sobre el odio y terror servidos a la carta.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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