El día no da la cara
mientras espero ese primer rayo de luz
para cantar a la mañana,
para agradecerle
aunque solo sea
el que me haya dado
esta ahora mala cara
de quien ha dormido
pensando que era final de semana
y se encuentra
con el comienzo de otra
que casi le araña.
Vuelven los coches a pasar
en fila que se alarga,
la carretera les conduce
de casa en casa,
de puerta en puerta,
de fabrica en fabrica,
de amor en amor,
de tiro en tirada,
de juguete en roto
que no se apaña,
ahora que la noche
se identifica de pasada
con el sonido de una botella rota
que alguien lanza
pues en ella solo queda
un sorbo de misterio
de alguien que bebe
por olvidar a su amada.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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