Hoy he hablado con Calíope,
la musa de la poesía épica
y estaba ella tranquila,
bebía café con leche
mientras comía tostadas
con sal, tomate y aceite de oliva.
No parecía desmejorada,
aunque yo entrevia
que tenía ganas de hacerme alguna pregunta,
y es que la poesía ya no es la misma,
ahora brotan poetas
de la misma forma
que se plantan semillas
y es que el mundo
en todo marcha camino
de eso que se llama el incesto
de las culturas,
en que se invaden los territorios
y se opina
sin venir a cuento
que es lo que más importa
en esta vida.
Se acabó aquello
de los cafés literarios
y de los poetas con manguitos
escribiendo con tintero, tinta y pluma,
poemas que luego se recitan
de café en café y
de tertulia en tertulia.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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