Si no te encuentras o
no te llega
el alba que respiras,
si para nada eres en el día
otra cosa que una luz perdida,
no te dejes llevar de otra cosa
que no sean caricias,
aunque estas solo sean tuyas.
No vuelven los días
ni las horas que se perdieron de sonrisas,
no vuelven los amores
no consumidos,
no vuelven las dichas.
Cada instante que pasa
si no te estimas
es una muesca más,
es una melancolía,
dejando una marca
en el diario de tu vida.
Déjate llevar por la música,
por ese aire que entra,
aunque sea a través de una rendija
y procura,
siempre hay un poco de cordura
allí donde si miras
verás los cielos libres,
verás los mares con sus aguas
abiertas a aventuras,
verás
si es que en un estanque
en sus aguas te miras
que todavía estás vivo/a.
Estos son consejos
para quienes en esta vida,
sin mirar el calendario
para comprobar que estamos
en una primavera florida,
se encuentran mustios/as,
inmersos en una otoñal figura
que a poco que dure
se puede comer con sus mandíbulas
a todo lo que pille
allí donde se encuentra
con la blandura
de las almas desprovistas
de todo aquello que al espíritu anima.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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