No le pidamos al amor
lo que no nos puede dar
si no es queriendo,
que el amor no es
algo parecido a un objeto
que se usa cuando se quiere
y se tira ya acabado el deseo.
El amor es ternura
tanta que nos convertimos
en sus perfectos siervos.
Por el amor y amando
en valores crecemos,
reina en nuestro interior el sosiego,
nos hacemos dúctiles
y maleables como el hierro
cuando se arrima a una llama
y se deshace de cuerpo entero
mientras coge forma la materia
y
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