Acuso a mi ser
de infiel, traidor,
de bastardo
y de querer ganar algo
que a mi no me falta,
la fe
y esperanza.
es mi ser
en épocas doradas
mi apoyo necesario,
es mi existencia
y rutina
es mi cumulo de soledades
y mi adviento
en las horas secas
de los amaneceres tranquilos,
ya el arpa de un emperador
delirando extrañas cantatas.
No hay más conquistas
del aquí
al allá
del muro de Adriano.
Hicieron lo que tocaban
se sabían poderosos
y median sus conquistas
y restañaban
con arcos de triunfo
las grandes batallas.
Si hemos vivido guerras,
no me cuadra
que esté vivo
mientras otros mueren
con la esperanza
de vivir la vida de lagarto
que a mi me mueve todas las mañanas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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