Me vuelvo a lo mío,
minuto que pasa,
minuto que el tedio me invade,
es como una espina
que se me clava en el alma.
Vuelvo a las ocurrencias
a este pastel de manzana
que es la poesía llana.
Vuelvo al misterio
del sacrificio,
de enredar las palabras,
de sacarle punta
a una lengua bífida
que me engaña.
Si digo amor,
me entran ganas de amar al mundo
desnudo y sin encima sábanas
y si digo te quiero
ello entraña
amor acotado
sobre lienzo blando
enmarcado de corazones y cadenas largas.
Junto todo lo que he dicho
y lo convierto
en una especie de catarata
que al vacío se lanza.
Ahora cae el tedio,
después,
la espina y el alma,
ya van deslizándose las manzanas
para cuando me quedo desnudo
con la lengua alargada
a la espera de ese beso
con que dar luz a este poema
fuente de mis entrañas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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