DIARIO DEL VERANO XII (IRREVERENCIA FUNCIONAL)
Que no decaiga la fiesta
y que todo sean irreverencias
o como se quieran llamar,
que es viernes y han llegado ellas
para instalarse en este portal.
Por aquí ya se encuentran
quienes persiguen poemas,
leen versos que suelen recitar,
recitan estrofas sin parar,
marcan favoritos con el pulgar,
comentan lo que escrito no está
y si tienen tiempo
contestan las respuestas
antes de irse a almorzar.
No se inmuta el viernes,
tiene ganas de bregar,
es un día de fiesta excepcional,
con mercado en mi pueblo,
ya a los niños que sin escuela,
a estas alturas de julio
es cierto que están,
se les ve pasear,
para ellos esto viene a significar
que en la vida hay de todo
y que todo se tiene que disfrutar.
Corre el viento,
el aire se menea,
ulula el muy taimado al pasar,
huracanes y tornados
arrasan en su alegre transitar
por los lugares donde,
muy mal está,
con nombre de mujer
se les solía denominar.
Ya llegan los poetas
se les ve cavilar,
traen ganas de escribir
parecen los polos de un imán,
por la mucha energía que trasmiten
a quienes se acercan a ellos a versar.
No necesitan para poetizar
de más material,
que tiempo para escribir y poder soñar.
¡Una estrella se ha perdido,
haber quien la puede encontrar,
ella sola vale
mucho más
que toda la Vía Láctea
incluida la Polar!
Autor: José Vicente Navarro Rubio
Con eso de que es viernes me dije voy a intentarlo con eso de las irreverencias y la verdad es que me ha supuesto un grato instante el darle tela a este poema, no para que arda si no para que se vea que con gracia y sentido de la estética, bien o mal empleada, se puede hacer cualquier cosa. Un viernes irreverente este que nos llega con puntos de calor rozando los cuarenta grados y las calles desiertas. Por aquí se echa la siesta, uno de los mejores inventos de la inteligencia no artificial.
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