Se sumerge uno en el agua
allí se ve uno con renovada vida.
Es otra forma de sentirse invadido
por una materia
en la cual los peces por las branquias respiran.
.
Todo funciona junto al mar,
llegan las gaviotas y los bañistas,
a lo suyo unas vuelan y los otros corren,
playa abajo y playa arriba.
Enfilan los barcos de pesca
por la bocana de entrada a un río,
hacia el puerto que cerca se divisa.
Van ciegos de pasión
en una noche de terror
que se les vino encima,
Por aquí
si el sol sale quema,
y si llega la luna ella alumbra.
Por aquí
si se dan besos los enamorados
se ponen alegres las golondrinas.
Poe aquí
de la mano caminan
los quereres de toda la vida
y es que en el verano
se juntan,
las ganas de jugar con la arena,
con las de huir hasta allí donde
la montaña despunta,
ya ornamentada ella
y cerca del mar reconvertida
en una especie de cabeza
con sus melenas y plumas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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