He navegado por pocos mares,
uno de ellos el de mi vida
y he recibido de las olas
un bautismo de agua merecido.
Mares que son años que se suman,
siempre entre nosotros
el color azul
con que la luz lo pinta.
De volver a nacer
me gustaría resucitar en forma de isla
con su palmera datilera incluida,
siempre rodeado de mar,
siempre esperando el arrullo
de esas hermosas musas
que viven en las profundidades marinas
y vienen a dormir en las playas,
conocedoras son de que el amor
necesita de tierra firme
para que sea puro
como el oro que se saca de las minas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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