Calma, calma, mucha calma,
se pide que retengan su ira,
que sean comedidos,
que intenten dar un giro a sus vidas.
Si están enamorados
continuen por esos paraisos
de sus vidas
tan en todo siempre floridos
y en ellos gran variedad
de sabrosas frutas
y para el resto
solo se pide cordura,
calma, mucha calma chicha,
no avanzar a la deriva,
pensar bien lo que se hace
y si se da un paso
que sea
siempre sobre lo seguro.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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