Estoy triste y apenado
se me ha escapado una poesía,
era menor de edad
y estaba muy unida
a su padre espiritual,
un poeta clásico
con pajarita
que en un poema
en el que hacia de protagonista
en el mar con su barco se hundía.
Se llama esta pobre poesía mía
de nombre Aleluya,
y es el caso
es que es muy risueña y divertida
pero a lo que se ve
la rutina
el hartazgo,
el saberse criticada
y la muerte prematura
de la persona a la que ella quería
a conseguido que de mis manos se marche
en busca de mejor fortuna.
Una nota de despedida
sobre mi mesa quedó escrita:
Me voy padre espiritual,
me largo con prisas,
se que al otro lado del charco
hay vida
y lo hago decidida
a enamorarme de quien
mejor me venga
pues mi vida es mi vida,
te dejo con lo tuyo,
se que estás loco con eso que se llama
escribir tu última poesía
y se que si te empeñas
podrás conseguir
aunque solo sea por un día,
un poema glorioso
con el cual poder comprarte
un pasaje para la otra vida.
Tu niña "Aleluya"
que en mucho
de ti se lleva
las prisas por remover el futuro
a fuerza de gritar: ¡Viva la Vida!
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