Me han apretado una tuerca,
la que abre el camino
al amor descarado,
y digo para este momento
tan romántico,
entre agrados,
¡Que te pillo!
¡Que te pillo!
y estoy enamorado
y es que entre voltajes elevados
el amor es más humano.
Tal pajarillo juego
de árbol en árbol,
tras mi amada voy piando
antes de que el otoño
acabe finiquitando
un amor tan elevado.
Me han apretado otra tuerca
hasta ese punto
en que salen graznidos raros
para cuando tuerca y tornillo
se dan un abrazo
y cito a un poeta contemporáneo,
Por morir
me muero,
me se
colocado,
de todo eso que se llama
comer pilas
cargadas con litio y cadmio.
Continua el oficial mecánico
apretando tuercas,
ahora le toca a una
de gran tamaño
que dispara los orgasmos,
¡Me voy !
Ya me voy,
me está llegando
mucho gustazo.
Sabor a peladillas
son tus labios,
mientras relincho
como un asno.
Con una grúa me han izado
y puesto patas abajo
y me tientan
los expertos
por todos los lados.
Me zarandean
como si fuera
una especie de espantapájaros,
de mi solo quedará,
de seguir este trato,
un pelele en todo maltratado.
Ahora y cambiando
estoy batallando,
antes de que me desconecten
la batería de carbono tratado
con isótopos e hidróxido de potasio.
Dentro de poco seré
un trasto,
restos de quincalla en un rastro.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario