Galopa un caballo sin tiento
y va cambiando su trote
al tiempo
que un escenario nuevo se abre
y es que entre coces se aprende,
al menos si se quiere,
a ser más sincero.
Se cambian perfiles,
se mueven sacos
llenos de ingeniosos inventos,
el áspero carácter queda convertido
en humo negro
y vuelve el de siempre
ese que se quiere ganar al mundo entero
sin haber aprendido
que en esta vida
hay que llevar siempre
el mismo derrotero
y que si se pegan bandazos,
al menos que sean estos
para ganar en firmeza
y ser más en todo agradable
y honesto.
Con el buen tiempo espero,
que esas rimas
se conviertan en hermosas cabeceras
de tus versos
y que las cosas de la vida
se te arreglen
antes de hacer entrada,
algún día, muy lejano sea esto,
en un cementerio,
pues ya las coronas sobre el féretro
y el alma durmiendo,
es difícil que lo impropio
de aquello de otros tiempos,
se lave con algo más
que con el rocío cayendo,
para cuando se abra una fosa
y la primera paletada de tierra se convierta
en testigo directo
de lo que a partir de ese momento seremos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario