La noche y yo
somos los mismos,
cada uno en su posición y sitio,
aunque ella se viste
de su cotidiano luto
y yo lo hago
de forma diferente,
dependiendo
del día
y de lo que más favorable venga
a mi gusto.
No necesita la noche
que nadie explique
que es y significa,
pues todos sabemos
lo que se dice en los libros.
Y es que a la noche
la podemos disfrazar
de aquello
que creamos más oportuno,
para mi ahora
es el silencio
que me aprieta y mucho
y mañana quizás sea
barullo, ruido
o pregón del viento
pidiéndome un sacrificio último.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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