¿ Qué nos queda
cuando el creer
es algo menos
de aquello
en lo que se piensa?
Se rompen las estrategias,
al almas se anega de penas,
y a las ciudades negras,
soledades y desamparos llegan.
Se ven las siluetas
de las viejas fabricas
sometidas a la vileza
del cemento que se quiebra.
Falla todo,
la sociedad se atormenta;
crecen las rivalidades;
se reparten esquelas;
la educación se niega;
la sanidad tambalea;
la economía va a la quiebra;
el petróleo limpia
las manos negras
y el alma vieja
de las petroleras.
¿A quién voto,
por quien
y para que
si espera, el triste silencio;
las malas cuentas
y la vuelta al miedo,
que por la fachada de las casas
escala sin sentido?
Se corren unas cortinas
y alguien mira
ya no ve ni su presencia.
Las calles están vacías y
par cuando se llenan
el reparto no es de leche
ni de carne, ni de galletas,
es de leña.
Tiembla mi alma
y llora Venezuela,
todo esto va junto.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario