Un pequeño bocado al pan de mi infancia,
a los contornos de los días,
al silencio que brota
allí donde ya no hay nada.
La silueta por aquí de la calle empedrada
con los guijarros descarnados,
por allí moñigos, paja,
poco más, el resto no me resalta,
ni a la palabra ni a la letra,
ni juego ni se que hacer,
con esto que me llega
y altera en esta tarde,
con sintonía de una marcha
entorno a la noche
que ya casi se alcanza.
Vuelvo a la era,
por allí las hormigas
transportando granos,
por allí los cardos y la tierra apelmazada,
los rulos esperando girar y girar
encima de la parva,
tan lejos queda
todo, tan lejos,
que dan ganas
de pegar un portazo
y salir hacia allí donde ,los deseos mandan.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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