Y escribimos poemas
mientras media humanidad
se mata,
la otra mitad tiembla
y la otra
adolece de libertades
que son algo parecido
a tierra seca
que nadie regará
para que crezca
fértil hierba.
¡Qué barbaridad
la historia
tal y como nos la cuentan!
y nosotros en nuestras guerras,
el querer por delante
de lo que nos llega,
sonetos de amor,
libelos que en nada nos llenan,
todo sirve
para montar una cadena
de deseos emergentes,
que en todo se complementan
de la lira que suena
como extraña melodía
en esta mala época.
Sube el petróleo
y se vacían las bodegas
de vino de Yecla.
En mi librería
nada cuenta,
los libros duermen
mientras yo los miro
en este día que sabe
a guerra.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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