Salpicón de poemas
con su sepia
y con su pulpo,
con su cebolla tierna,
con su mostaza,
aceite y vinagre,
con su sabor y deleite
en una hora cierta
en que se abren las puertas
y entran las alegrías
de un palmeado
a la malagueña
en este poema.
Un salpicón de verdad,
de buenas nuevas,
que sobra todo,
que la verdad se encuentra
allí donde se vive a expensas
de un diluvio que pasa
y de una noche que entra.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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