Y con la lluvia se suavizan los poemas
y es que esta noche ha llovido
eso que se llama de veras,
pasan los coches por la carretera
y salpican,
sacan sus ruedas yescas
de humanidad
que devuelven
a esos lugares de la biosfera,
por donde caminan
los pensamientos de los poetas.
La lluvia es en un poema,
un golpe de saber
y de inteligencia,
casi una espera.
Uno llega hasta allí donde
suena
un estruendo
y se acerca
para ver lo que ocurre
y si se encuentra
con una desagradable guerra,
baja las persianas
y espera,
a que la lluvia se marche
para volver a recitar
en forma de versos
las tragedias,
de una humanidad hecha
con trozos de todo
y por qué no de lagrimas
que caen
por la corteza de la tierra.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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