Un crujiente
que en la boca rompe
olas
que al mar llegan,
un poco de canela,
dulce de miel,
queso de oveja,
agua de bolitas
y si me tientan
un cascabel en el cuello
y es que los gatos negros
si aparecen en un poema
se visten de luto
y se entierran
para esas horas en que la noche
cierra sus puertas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.