No se por donde parará aquel poeta
al cual leía de continuo.
Se que vivía entre nieblas,
que convirtió a una botella de vino
en su mejor amiga y a veces amigo.
Se que escribía
con exactitud palabras
que no volverá a plasmar
ningún nacido.
Se que con ayuda de la poesía
construyó una especie de nido
en el que incubaba poemas
que después dejaba caer en libros.
Se que paseaba
y que lo hacia de continuo.
Se que se atiborró de versos
y que ideó con su forma de vida
una especie de santo oficio.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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