Se oyen malas historias
de esas que cuentan nuestras gentes,
en estos días de un otoño
ya más crudo y desafinada música,
que en las almas construye
tumbas donde duermen,
las ya perdidas ilusiones
y es que nadie se olvida
del rumor que llegó para quedarse,
ya el puente caído,
tomadas las calles, inundadas las casas
y sus moradores,
con esa magnitud
de los grandes desastres,
este del Magro y Poyo
algo parecido aquel diluvio,
que queda en la imagen,
de quienes leemos historias
y con ella fabricamos
caminos que llevan desde allí
hasta donde,
todo vuelve a lo mismo
y es que las historias son incontables.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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