Pudiendo escribir
lo hago
ahora que puedo,
es misión del poeta
tocar el cielo,
besar a las estrellas,
irse con el sol
por esos caminos
los del infierno,
acierto a pensar
que para cuando
llegue la mañana
ya nada será como aquello,
que nace en el corazón
de quienes se sienten marineros
en mares llenos de tormentos,
entre olas y vaivenes
ya el armazón de un barco crujiendo,
con ruido de mil gaitas,
a ritmo lento, música celta,
en un santuario del dios Berobreus.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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