Nos acercamos a una hora pía
que no pía,
malditas sean
las horas pías,
que sin saber que es de ellas
ni haberlas visto en la vida
se revuelven y arañan
como si fueran gatos
a los que les vas a quitar la comida.
Las doce de la noche
es una hora de esas
que se pueden llamar malditas
pues rozan
las dos vertientes
de eso que denomina
pasado y futuro
en un segundo de nuestras vidas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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