Me entero de lo que pasa por aquello de que leo,
me se grande y pequeño
escurridizo y sincero
cuando escribo poemas
mientras veo
el transcurrir de los días
a través de los letreros
de los grandes comercios.
La rutina ejerce con mando
de capitán de curia de obispos ciegos
su desasosiego,
infunde temores
a veces me veo
con las manos cruzadas
camino de un cementerio,
pero en eso,
que de este tipo de sueños
me despierto,
y necio de mi vuelvo
al eje de los silencios,
a lo normal y quiero en ello
al principio de un periplo
por un mar de olas ligero,
por allí navegando y sorteando
los destemples del tiempo,
de llegar a puerto
descansaré en cantina
donde se canté
una oda a los piratas muertos,
mientras desvalijaban a los corsarios ingleses
y a los buhoneros
de las islas perdidas del conocimiento.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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